Hace 8 siglos, el 20 de julio de 1221, se puso la primera piedra de un nuevo proyecto en Burgos. Era el inicio de una ambiciosa construcción que se convertiría en mucho más que un templo. La Catedral cambió la ciudad y la forma en que el mundo la miraba.
“Puertas que Unen” nace en una fecha simbólica. El proyecto es una muestra de alianza, progreso y proyección desde su origen.
Respaldado por el Cabildo catedralicio y la Confederación de Asociaciones Empresariales, las nuevas puertas singulares marcarán el impacto de nuestro tiempo y nuestra generación en un monumento integrador en todos los sentidos. La Catedral une estilos artísticos a lo largo de su vida, generaciones pasadas y futuras, simboliza la hospitalidad de sus gentes en el corazón del Camino de Santiago y genera un sentimiento de identidad incuestionable.
Además del cambio de la portada principal, se remodelarán las dos cancelas laterales para mejorar la visibilidad de los elementos que componen la fábrica y los óculos, hoy ocultos.
Unirse a este gran proyecto para formar parte de la Historia de la Catedral es posible a través de una campaña de adhesión y “mecenazgo”. A lo largo de los siglos, esa colaboración ha sido la fórmula para sufragar las obras de arte que dejarán huella y marcarán el futuro.