Antonio López, la espiritualidad del hiperrealismo

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La Virgen mira expectante. Dios padre tiene barba y una mirada hierática. Jesús Niño lleva una cruz en su mano bajo el Árbol de la Sabiduría.

Tres puertas de bronce con el jardín del Génesis al fondo y un friso con Burgos. El genio del hiperrealismo recupera el mensaje original de la portada y su obra se centra en los elementos fundamentales de la Encarnación.

Antonio López firma una creación que aportará esplendor y relevancia al templo, que atraerá a turistas, a peregrinos y hará que las miradas del mundo se giren hacia la Catedral como una de las más importantes de Europa.

Para René Payo, catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Burgos, no solo es una “obra de enorme calidad, profundidad teológica y posibilidades simbólicas”, sino que también “ampliará el elenco que tiene el templo desde el siglo XIII”.

Antonio López se unirá a los grandes artistas que han aportado su creatividad y su trabajo a la evolución de la primera catedral gótica de la Península. Escultores, arquitectos, pintores o vidrieros de indudable talento dejaron su huella a lo largo de los siglos, como Gil De Siloé, Diego de Siloé, Felipe Bigarny, Bartolomé de la Haya y Juan de Ancheta.

Con las nuevas puertas, Payo destaca que se apuesta por la evolución, “por el arte contemporáneo en diálogo con la Iglesia”.

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