Será un cambio histórico en un momento histórico.
La entrada principal de la Catedral contará en unos meses con nuevas puertas, fundidas en bronce. La creación es obra de Antonio López, artista reconocido a nivel internacional y Premio Príncipe de Asturias de las Artes en 1985.
El mal estado de conservación de la triple puerta de Santa María ya obligó a desmontarla a finales del siglo XVIII porque suponía un peligro para los que acudían al templo. Ahora, la sustitución definitiva es imprescindible. Las puertas actuales no figuran en ningún catálogo de bienes de interés, carecen de valor artístico y sufren un gran deterioro. Ante esta necesidad, contará con una nueva obra de arte, una creación que aportará un valor añadido al conjunto arquitectónico y supondrá un legado para las futuras generaciones.
El proyecto Puertas que Unen es también una oportunidad para dejar el sello “ de nuestro tiempo y de nuestra generación”, destaca el arzobispo de Burgos, Mario Iceta.
“ El patrimonio de un templo o de una ciudad necesita de un constante enriquecimiento, como lo hicieron las anteriores generaciones”.
Mario Iceta, Arzobispo de Burgos
El deseo del arzobispo es “dejar huella, dejar futuro”.
Las nuevas puertas estarán cargadas de simbolismo y han sido concebidas para recuperar la iconografía original, evocando el misterio de la Encarnación. Se convertirán en referente cultural, aportarán relevancia internacional a la ciudad y despertarán el interés turístico.
Es la hora del cambio y llega cuando la Catedral cumple ocho siglos. Será la aportación artística más relevante desde 1780.
“Una nueva obra de arte conlleva riesgos y por eso apostamos por un artista como Antonio López”, recuerda el arzobispo emérito, Fidel Herráez. Asegura que el cambio supondrá “un hito” que pasará a formar parte de la Historia.
Todo ello en un momento decisivo para Burgos y para el resto del mundo.