Burgos asistía a un momento histórico hace ahora 800 años. Todo estaba a punto para empezar unas obras que entrarían a formar parte de la identidad de la ciudad y del arte mundial. Aquel día, la meta era alzar la primera gran catedral en la Península que seguía la estela del gótico francés. Con el tiempo, ha sido mucho más que eso.
La Seo ha dado 800 vueltas al sol. En su viaje, los cambios que han marcado cada una de las etapas de la Historia que ha vivido. Siempre, con la firma de los mejores artistas de cada época. De ahí que cada intervención fuera también un proyecto de cara al futuro, una forma de aportar valor al monumento y de cuidarlo para perdurar en el tiempo.
Burgos celebra este aniversario de su Catedral, convertida en mucho más que el reflejo del esfuerzo de las generaciones pasadas. El proyecto vital del monumento, Patrimonio de la Humanidad, va ligado a toda la ciudad.
Ahora aspira a sobrepasar fronteras de nuevo, a escribir nuevos capítulos de la historia que todavía le queda por recorrer. Para lograrlo, la Catedral de Burgos cuenta con los mismos pilares con los que fue levantada: el arte y la cultura.
